Japón y Zaragoza tienen algo en común: compran medios de comunicación.
La última sorpresa ha sido la renuncia de Pearson a seguir siendo lo que era en la prensa económica. Ha vendido el Financial Times al capital japonés, a un grupo llamado «Nikkei», por extraño que parezca.
El buque insignia de la City, el prestigio de la máxima calidad y rigor de la prensa salmón valía Mil-dos-cientos-millones-de-euros; 1.200, sin despeinarse.
Al grupo mediático japonés, emporio en Asia, ya le supo a gloria la compra del legendario National Geographic. Le van los históricos.
¿Sabrán como funciona éso?
Lástima que no pagara la fiesta de 700 millones de euros de PRISA, que ha corrido a cargo de Telefónica y nuestros maltrechos bancos.
La segunda noticia, más local y de nuestro terruño, ha sido la venta del diario gratuito 20 Minutos, del grupo Schisbted. Eso sí, a un paisano de Zaragoza, el grupo Heraldo, lejos de la potencia nipona.
Los maños sabrán, quizá ha sido sólo un traspasillo, pero allá ellos con la rentabilidad de estos restos del naufragio de la prensa gratis, casi en peligro de extinción después de las experiencias valientes pero deficientes de METRO y Qué.
No cabe duda que el principal grupo de comunicación noruego y uno de los más importantes de Escandinavia, se ha quitado las deudas del medio, y de en-medio.
Un dolor de cabeza menos, ya que la progresión del diario tiende a eliminar el soporte papel. Ha soltado lastre dada su estrategia depredadora de rentabilidades, ni más ni menos, y a seguir comprando portales como «Infojobs» o «Milanuncios», que es lo suyo.
Hubo un tiempo en el que los suelos del transporte público y las mesas de los bares se convirtieron en el sumidero de la prensa gratuita. Valía cualquier negocio editorial que quisiera demostrar que tenía visibilidad en los accesos al Metro, el tranvía, la plaza de Callao o en las puertas de El Corte Inglés.
Pero todo tiene un coste porque es un proceso productivo y exige inversión. El mito de que la publicidad pagaba la fiesta del papel, se apaga. 20M será uno más que camina hacia «el futuro», como también lo hacen Público y cabeceras reconvertidas que ya no huelen a papel prensa.
Pero Pearson tenía que vender y quitarse los gastos de personal, dejando que lo hagan con su katana los japonenes: lo demuestran los ratios:
Y 20 Minutos, iba cuesta abajo:
Detrás de grandes operaciones de venta de medios hay simplemente intenciones inversoras, no de reentrada en el sector forzosamente.
Para muestra nacional, véase la venta de Recoletos (Marca, Expansión,etc) a la italiana RCS, en su mejor momento, y al año siguiente, a bajar la rentabilidad y cubrir los fastos hasta hoy de El Mundo y su ex-director Pedro J. Jugada maestra del banquero Mr. J. Castellanos, pero ¿Unidad Editorial está tocada?
Y es que hoy la audiencia es micro, tan micro que necesita un cuidado especial. El anunciante es tan exigente que quiere un retorno individualizado, más allá de que funcione tal o cual segmento de consumidores.
Por eso Pearson tira la toalla y 20 Minutos tiene que despedirse de su fórmula, como lo hicieron los extintos competidores
La cuestión es que el negocio no es la información online periodística. Ese no es el producto, ni siquiera el próximo paso.
La tierra prometida en el mercado de medios español tiene un nombre : ciberinformación.
Y además, sin TV y sin canales no hay paraíso.
La previsión de ingresos publicitarios en canales de información online no crecerá ni de lejos como lo hará la de la TV.
Eso quiere decir dos cosas: lo online sin TV morirá, y, al mismo tiempo, la TV necesitará lo digital para trabajar el perfil micro de la audiencia.
El Sushi está servido y Nikkei tiene televisión para toda Asia. Mientras, en el Grupo Heraldo los de Arsenio Escolar bailan jotas.
Consejo: no se olviden del ventilador, que estos sofocos no son broma.