La comunicación médica vive momentos de revolución interactiva. Por citar un ejemplo, la revista médica más prestigiosa del mundo, The New England Journal of Medicine (NEJM) que celebra su 200 aniversario, ha producido un timeline perfecto que da una visión pedagógica de los hitos de la salud. Con un formato totalmente multimedia, es un reflejo de lo que está sucediendo con la medicina en la red. A raíz de esta aniversario es un buen momento para comentar que una nueva forma de intercambiar la información médica se está instaurando, no sólo en los medios especializados, sino institucionalmente en los hospitales, sus profesionales y entre los mismos pacientes.
El NEJM está promovido por la Massachussets Medical Society (MMS) fundada en 1781. Hoy es consultada por más de 600.000 personas de 177 países y su web no ha parado de crecer desde que se creó en 1996. Su valor añadido como publicación es el llamado factor de impacto, el más alto entre los llamados top journals médicos y que garantiza una relevancia específica a todos sus autores. La publicación se ha lanzado a las redes sociales y no falta la aplicación para consultarse en Ipad.
Los tiempos están cambiando y hasta los más clásicos saben que para sobrevivir tendrán que ser relevantes y estar posicionados en la web. Competidores como The lancet y The British Medical Journal (BMJ) también se han animado a este baile donde se ha sustituido el encorsertado Vals por el Rock and Roll. La literatura médica, sin duda, ya es digital.
EL NFJM es un ejemplo de lo que está sucediendo con la información sanitaria en la red. Los modelos cambian, desaparecen las barreras off-on line y los formatos multimedia e interactivos son un elemento común.
El cambio también es organizacional. Prueba de ello son las redes sociales que emergen en el entorno de los mismos hospitales. El Sutter Eden Medical de California dispone de un canal Twittercon más de dos mil seguidores, además de resolver consultas a través de blogging. Por su lado, el Henry Ford Hospital en todos sus centros de Detroit con 4.000 seguidores en Twitter ofrece fórmulas de comunicación interactiva, con especial énfasis en la educación sanitaria a través de formatos audiovisuales. Otro centro que permite el contacto con los especialistas por redes sociales es el MD Anderson Cancer Center con más de 6.000 seguidores en Twitter, o el Medical University of South Carolina, con cuatro mil.
Pero la red social tiene un potencial que trasciende las organizaciones. En los dos días siguientes al terremoto de Haití del 12 de enero del 2010 se captaron más de cinco millones de dólares para la American Red Cross, procedentes del contacto por mensajes vía teléfono móvil, la red social Myspace o Facebook. Ese tipo de movilizaciones son posibles a la estructura de relación social basada en nuevas tecnologías. También un ejemplo del mismo tipo lo encontramos en el metablog «Tsunamihelp». Se trataba de una fórmula para actuar en tiempo real, generando ayuda específica tanto sanitaria como general para los afectados y favoreciendo la participación de los usuarios.
Las iniciativas también se encaminan a la donación. La ONG Takes all Types, de Nueva York, promueve, y sobre todo gestiona, la donación de sangre entre los usuarios de Facebook, Twitter y Myspace, entre otras redes.
Uno de los ejemplos de como la interactividad de temas sanitarios tiene un impacto mundial es el caso de Google con mapas epidemiológicos. Son una muestra de que no sólo la movilización para la ayuda directa es posible, sino también la difusión de información de máxima importancia como sucede con la gripe a través de la herramienta “flutrends”, buscador por geolocalización de vacunas, u otros especializados en patologías concretas y de incidencia relevante. También Google mantuvo en abierto una aplicación online de autogestión de la salud, que ha decidido clausurar. Iniciativa que por su lado sigue vigente es la que ofrece Microsoft a través de Health Vault.
La red está mas viva que nunca y el mejor tratamiento será la innovación constante en un escenario en el que todas las funcionalidades pueden combinarse, alcanzando un diálogo entre diferentes públicos jamás soñado y de lo más saludable.
Toni G. Pacanowski es profesor en la Facultad de Comunicación en la Universitat Internacional de Catalunya y experto en healthcare